“Fue
el cine el que encontró la fórmula perfecta para aprovecharse del
<<boom>> del rock and roll. En Estados Unidos el artista
perfecto es el que canta, baila y actúa, aunque falle en alguna de
esas tres cosas”.
He
elegido este parágrafo que se encuentra por el principio del capítulo 4 y podría servir perfectamente como introducción por la
claridad del mensaje. La pantalla de televisión fue la nueva
estrategia para hacer del rock and roll un fenómeno. Todas las fans
querían ese Elvis Presley y gracias a ello, las compañías
cinematográficas y las discográficas se unieron para crear las
“Screen Stars” y reunir al mayor número de chicos que cantasen
bien o medianamente bien, que bailasen y que sobre todo fuesen
atractivos. Eran los típicos chicos americanos sin ningún tipo de
escándalos ni problemas. Buscaron lo que las “teenagers”
deseaban: unos cantantes y actores guapos que cantasen sobre el amor.
Grandes cadenas de televisión y programas ganaron mucha fama y
dinero por estas nuevas estrellas y no tardó mucho tiempo cuando el
mundo entero pudo enterarse de estos nuevos chicos. Casi que el rock
and roll pasó a ser un segundo plano y importaba mas su vida privada
y cotilleos donde se podían reflejar en las revistas. Pero solo fue
una moda y muy pocos llegaron a perdurar como grandes artistas.
Gran ejemplo de un "Screen Star":
No hay comentarios:
Publicar un comentario