martes, 9 de abril de 2013

La gran crisis:


“Nos hemos desbordado y ahora pagamos el precio de haber llevado las cosas a un punto donde detenerse es difícil pero necesario”, “Hemos producido una inflamación agobiante y ahora hay que ajustarse a a realidad”,”Habrá que replantear la industria en los próximos años”. Estas fueron las típicas frases que las discográficas decían con la nueva crisis del 1973 empezada a causa de la guerra Yom Kippur entre Israel y Egipto. Esta guerra que parecía no tener nada que ver con la industria musical, se vio mas afectada de lo previsto. En general, el mundo entero se vio afectado tras la escasez de materias primas y petróleo vendido a precios altísimos tras la caída de Egipto, uno de los primeros países exportadores de petróleo. La música fue afectada a causa de que después de su momento mas glorioso, la venta de discos cayese en picado por a falta de ellos por no poder crear mas, a causa de una limitación por la escasez de las materias primarias derivadas del petróleo. Las compañías discográficas tuvieron que pensar rápidamente que hacer y decidieron editar solo a los grandes vendedores sin la menor oportunidad para la búsqueda de nuevos talentos o directamente abrir camino a grupos minoritarios. El problema fue aun mayor cuando Suecia, la principal proveedora de cartulina, tuvo que interrumpir el suministro lo cual llevó a que las grandes discográficas almacenasen papel y cloruro de polivinilo en grandes cantidades provocando una falta de ello en las discográficas mas pequeñas. Además, el aumento desmesurado de los precios hizo aún mas difícil la venta de discos y los pocos conciertos que se hacían también se veían afectados por la falta de energía para que los instrumentos dispusieran del suficiente voltaje, o los altavoces y la iluminación. El año 1975 fue de renacimiento, pero ya nada era igual.


1 comentario: